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Aspectos deportivos, teatrales y Èticos.
Director de la LPI y creador del Proyecto LIRA.
Un juego para ser tal debe
tener sus pautas. Estos lÌmites muchas veces son arbitrarios, o est·n puestos
para que sea m·s limpio, mas competitivo, mas vistoso, etc. Esto pasa en todos
los juegos deportivos, veamos el ejemplo cercano del f™tbol: por quÈ cuando la
pelota sale del cuadril·tero se ingresa con la mano? Hay una respuesta? Por quÈ
cuando cruza la ™ltima lÌnea se tira un tiro de esquina con el piÈ? Por quÈ
el balÛn no se puede tocar con la mano? Son todas arbitrariedades que marcan la
diferencia entre un juego y el otro. Ahora bien, hay pautas que tienen que ver
con lo formal y otras que tienen que ver con lo humano, con la interacciÛn con
el otro: Por que no est· permitido en el f™tbol dar una zancadilla cuando un
jugador gana la posiciÛn y se escapa al gol? Por quÈ no se le puede empujar y
sacar de posiciÛn al adversario cuando se salta a cabecear? Solo por el riesgo
fÌsico? Creo que todos los deportes muestran virtudes y bajezas humanas (fÌsicas
y espirituales) Existe un cÛdigo Ètico que est· planteado desde el reglamento
del propio juego, en algunos juegos el lÌmite es m·s permisivo y en otros no.
En el Tenis y en el Voley por ej. directamente no hay roce fÌsico entre los
jugadores, es un juego distante, los contrincantes no se mezclan. El otro
extremo lo constituye el Rugby que es un juego absolutamente rudo y de fricciÛn,
pero la pelota muchas veces permanece oculta a los ojos del espectador, lo cual
lo hace, a mi gusto, mas deslucido como espect·culo. En el f™tbol, en cambio,
el balÛn no queda retenido en ning™n momento, salvo en las detenciones del
juego y cuando lo tienen los arqueros (creo que ahora tienen un tiempo pasado el
cual lo deben poner en juego, y se les limitÛ el momento de agarrarlo con la
mano) y esto lo hace, a mi entender, m·s vistoso. Pero lo que existe como base
tambiÈn es tener la intenciÛn de ganar. Sin esa intenciÛn todo el interÈs
por el juego se pierde.
El Match de ImprovisaciÛn
Teatral tiene dos aspectos: uno deportivo y uno teatral. Desde el punto de vista
deportivo, y comparando con los deportes que nombramos antes, abarca los dos
tipos de juego: tiene fricciÛn (improvisaciones mixtas) y tiene distancia
(comparadas). Tiene pautas, como los deportes, que son totalmente arbitrarias.
(No se puede salir de la pista durante la impro, no se puede dialogar con el
banco cuando se est· dentro del ·rea de juego, no se puede perder contacto con
la casaca, etc) y tambiÈn como los deportes, tiene pautas que tienen que ver
con la interacciÛn con el adversario y que tambiÈn resaltan virtudes y bajezas
(respeto por la propuesta del compaÒero, no imponer el personaje, no repetir un
recurso que ya se utilizÛ en el mismo partido, etc.) Desde el punto de vista
teatral existe un elemento que los deportes comienzan a tener en cuenta no hace
mucho, pero que, por definiciÛn, el Teatro debe tener en cuenta siempre: el
espectador. Y aquÌ hay una diferencia fundamental con los deportes, porque
tanto las faltas formales como las que tienen que ver con la interacciÛn con el
adversario est·n puestas para que el juego del Match resulte mas atractivo a la
vista del espectador. Yo creo que las pautas que constituyen el reglamento del
Match lo hacen mas atractivo y mas efectivo. SerÌa triste por ejemplo ver un
Match de ImprovisaciÛn lleno de los mismos recursos repetidos una y otra vez. O
con jugadores que superponen constantemente los textos. O con varios jugadores
de un equipo jugando entre sÌ e ignorando al jugador del otro equipo. Y quÈ
pasarÌa si todos los vestuarios se dejaran de lado a un costado de la pista. El
p™blico ya no verÌa a que equipo pertenece cada jugador, o se le dificultarÌa
bastante si no conoce a los jugadores o si es al principio de un match. Se
perderÌa una de las esencias del juego que es diferenciar los equipos. Si se
permitiera salir a los jugadores de la Pista durante la impro, se perderÌa una
de las magias fundamentales del espect·culo. Estar adentro, significa estar en
peligro, estar afuera es estar a salvo. (Esto lo dice Robert Gravel). Y es un
concepto que el p™blico vibra intuitivamente. Hay tambiÈn una barrera psicolÛgica
que se pasa cuando el jugador entra en la pista, entra en el estado de
privilegio, en el ìtranceî. Todo esto no existirÌa si se permitiera entrar
y salir impunemente de la Pista, perderÌa valor el estar adentro.
Una cosa m·s para terminar: me
emocionÈ mucho, cuando leÌ la nota de Jan Marc Levragne (de la LNI de Canad·).
Realmente tenemos que trabajar mucho para llegar a tener la disposiciÛn de ·nimo
que describe ese texto. Creo que las impros largas nos van a hacer salir de ese
vicio de trabajar con el chiste que se cierra en sÌ mismo y no cuenta historia.
Y tambiÈn de esas situaciones instaladas que no avanzan. Una improvisiÛn larga
es imposible sostenerla con una sucesiÛn de chistes, se caerÌa a los dos
minutos (como mucho). Tenemos que hacer un profundo trabajo sobre erradicar el
chiste. Yo no estoy en contra de la impro cÛmica (soy tambiÈn clown), pero sÌ
estoy en contra del jugador que se monta sobre la escritura del compaÒero y
hace acotaciones chistosas que no aportan a la historia. En general son estos ™ltimos
quienes, para colmo de males, se llevan el punto, ya que el p™blico no est·
todavÌa al tanto de las sutilezas del juego. Pero nosotros sÌ tenemos la
obligaciÛn de estarlo. Es cierto que puede existir la intervenciÛn del ·rbitro
cobrando ìJuego demoradoî , ìFanfarronadaî o la falta que corresponda
seg™n el caso, pero, a mi entender, no hay que dejar esto sujeto al castigo del
·rbitro, esto directamente no debe existir en el pensamiento del jugador y en
su forma de improvisar. La responsabilidad por buscar el motor y armar una
historia debe estar presente en todo momento en el jugador.
Gracias.
Ricardo
Behrens
© L.P.I.